AL PRIMO BENI
Benito Peña Peña y cien veces Peña, primo de todos nosotros.
En su casa fueron nuestras primeras tertulias, y quizás allí fue donde tuvimos las mejores reuniones, al menos las más cercanas, las más puras. Un guiso, una copa de vino, él de anfitrión y nosotros. Desde el primer momento entendió la idea y el espíritu de la Tertulia. Igual que entendió, como pocos, la singularidad de la Hermandad de los Gitanos. Pasó por todos sus puestos y cargos con su eterna canastilla (si la hermandad fuera un equipo de baloncesto tendría que retirarla de las insignias)
Todo lo que le iba pasando no pudo con su alegría, el Beni tenía una tristeza alegre que tapaba con su risa. Alternó con todas las generaciones y a todas les aportaba cosas, fue un referente lleno de vida y vivencias. Era indispensable en nuestras fiestas y su forma de ver la vida nos alumbró en muchos momentos.
Nos deja otro imprescindible, Benito Peña Peña y cien veces Peña, primo de todos nosotros.
PD: ve preparando una tertulia