NOCHE DE FUNI
…y llegó, y su planta no se podía aguantar, y venía con sus
mejores galas, como si fuera a cantar en el Potaje, a un lado su compañera, al
otro su hija, y empezó a escribirse el guión que no estaba escrito, y todo
comenzó a surgir como si fuera un sueño, y nos llenó de su filosofía de la
vida, porque cuando uno cree en lo que es, todo tiene sentido, y las voces
añejas de José de la Buena y Manuel Requelo lo arroparon, y Enrique Montoya
cantó por Enrique Montoya, y entonces se escuchó la risa de Tate, y lloramos…..
y después y antes, Triana paró el compás frente al espejo, y las horas pasaban
como minutos, y los momentos iban y venían, y después se quedaban, y Miguel se
acordó de Manuel Torre, de Tomás Pavón, de Mairena, de Bambino, de Perrate, de
la chacha María Peña, de Caracol….pero era mentira, estaba cantando por Miguel,
porque Miguel canta por Miguel, porque su ADN y sus vivencias cuando pasan por
el tamiz de su piel se transforma en Funi, y ya no se podía estar más agusto, y
amaneciendo el día fuimos a tomarnos una copa de aguardiente y el guión se
seguía escribiendo, y Miguel cada vez cantando mejor, como no podía ser de otra
forma, y no nos podíamos ir, porque no queríamos, y la gente lo miraba, porque era
inevitable, porque era el actor
principal de la película, nuestro Al
Pacino, y se escuchó “se me ha perdío la perla” de la voz de la Isabel, porque
en Utrera todavía hay gachos con paladar, y sin querer se metió en el coche con
su compañera y su hija, y empezó a alejarse pa Lebrija, y algo de mí se fue con
él, porque no podía dejarlo ir, y entonces comprendía porque se llora, y
entonces comprendí porque se mata…..(a mi padre)
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